viernes, 30 de enero de 2009

A vuela pluma - Volumen II

Ayer leí en varios diarios digitales de la ciudad que el Diputado Socialista Antonio Godoy, junto al Secretario General de la Agrupación de Villena, Carlos Beltrán, han anunciado que 35 empresas se han presentado al concurso para elaborar el estudio informativo para el soterramiento de las vías del ferrocarril en Villena.

Ya está todo en marcha. En 2012 aproximadamente Villena tendrá soterrdas las vias "de puente a puente". Y contaremos con Parada de AVE.

A pesar de que quedan unos cuantos años, uno no puede dejar de alegrarse cuando - tras muchos años - la reivindicación urbana más importante de la Ciudad de Villena se comienza a materializar. Lamento que el actual Gobierno Municipal no haya estado a la altura de las circunstancias. Que no haya estado con la ciudad de Villena. Que hayan optado por tantas soluciones diferentes a lo largo del tiempo, sin una idea clara de lo que querían hacer, porque eso ha perjudicado mucho a la ciudad.

Pero ahora no podemos sino congratularnos por este proyecto que el Ministerio de Fomento está desarrollando para Villena.

Produce cierta sensación de tranquilidad y seguridad ver que hay un Gobierno en España que no está utilizando el dinero público para intereses de partido. Es agradable ver como el Gobierno de Zapatero está afrontando sus obligaciones con la responsabilidad que corresponde. Sobre todo cuando enfrente tenemos a dos administraciones del PP (la Generalitat y la Diputación Provincial) que estan usando sus presupuestos para ganar adeptos dentro de su partido.


Pero hoy no toca criticar al PP, toca alegrarnos por lo que Villena ha conseguido, porque, amigos mios, esto es imparable. En 2012 (o aunque fuese en 2013!) Villena tendrá las vias bajo tierra y una parada de AVE, la única en la provincia de Alicante, salvo la de la propia Alicante. Y todos sabemos lo que eso puede suponer para nuestra Ciudad.

Así pues, alegría y comencemos a actuar con responsabilidad para el bien de la Ciudad y sus vecinos.

jueves, 22 de enero de 2009

A vuelapluma

Creo que no es una sensación privativa mía. Espero que no lo sea, vamos. Lo digo porque hay veces que me paro a pensar y creo que en Villena muchas cosas no se han hecho bien.

No busco culpables, porque presumo que quienes han sido responsables de la evolución del municipio desde la República han obrado en conciencia, creyendo en que lo que hacían era lo que más necesitaba nuestra ciudad. Y no me refiero solo al ámbito político, porque no solo de política viven las ciudades...

Digo que presumo la buena voluntad de estas personas, pero eso no obsta para afirmar, con la ventaja de perspectiva que nos proporciona el tiempo, que algunas cosas no se hicieron bien.

Cuando tenemos ocasión de ver las fotografías de las calles de villena en los años treinta y cuarenta vemos una ciudad pequeña, con carencias importantes, pero formando un conjunto bonico. No éramos una población rica, pero vivíamos relativamente bien. Llegados los años cincuenta y sesenta, en base a un supuesto desarrollo, se sacrificó el patrimonio urbano de nuestra ciudad.

Desde ese momento, nadie, y afirmo, nadie se ha parado a reflexionar sobre lo que la Ciudad necesitaba en cada momento, de manera que ahora mismo tenemos un conglomerado de edificaciones más o menos cutres, que nada aportan a la ciudad. Ni artística ni arquitectónicamente, creando una postal estética anodina y sin gusto que de nada sirve.

Por cierto, a fecha de hoy nadie se preocupa tampoco por el interés de la Ciudad como conjunto. Y quienes se preocupan nunca tendán puestos de relevancia y poder, porque están hartos de que los intereses frívolos y personalistas de los habitantes de esta ciudad se antepongan siempre a los del conjunto de vecinos.

Yo soy joven, tengo ganas de comerme el mundo, como quien dice. Pero también hay momentos en los que me pregunto -sumido en cierto desánimo- si merece la pena dedicar la vida a intentar hacer realidad la ciudad que imagino y que creo que merece ser Villena, dado lo ingrata que resulta esa faena.

He tenido ocasión de conocer a gente enamorada de nuestra ciudad y todos han coincidido en una cosa: es una ciudad dejada. No ha tenido tutores que hayan velado por su interés, de manera que hoy es un conglomerado de edificaciones, calles y plazas con cuatro cosicas, y que subsiste gracias a esos fantásticos seis días de septiembre, que hacen renacer ese espíritu villenero que ha hecho tan famosa y querida a esta ciudad doquiera ha estado cualquiera de sus hijos.

Ha llegado un momento en el que no tenemos más opción que plantarnos y exigir que, quienes estén en posición de hacerlo, se dejen de intereses privados (familiares, económicos, partidistas o de cualquier otro tipo) y hagan un ejercicio de responsabilidad colectiva: recuperar Villena.

Y los primeros, los villeneros y villeneras. Nuestra Ciudad nos ha dado mucho, pero somos ingratos con ella. Ahora toca devolverle las atenciones y cuidados que la mami Villena nos ha regalados siempre.

Continuará...

miércoles, 14 de enero de 2009

Sentido de Estado

Premisa 1: todo español tiene tres profesiones en su haber por el mero hecho de ser español: un médico diagnosticador (especialmente las mujeres), un seleccionador de fútbol (especialmente los hombres) y un tertuliano de radio.

Todos, cuando estamos en compañía (generalmente en un bar de esos que abundan por la geografía española) sacamos a relucir nuestros conocimientos en tan doctas y trascendentes materias. Salvo quienes se dedican a ello profesionalmente... que suelen rehuir esos temas...

A lo que iba...

Cuando no se tienen responsabilidades de gobierno, es muy facil saber "que hay que hacer". Todos tienen su propia opinión sobre lo que más conviene en cada momento a cada situación... Y, sin embargo, los políticos no lo hacen... ¿Por qué? ¿Són tontos?

No creo que la tontuna esté tan generalizada entre los servidores públicos, ¿no? Quizá sea porque al obtener la responsabilidad de gobernar, se adquiren paralelamente ciertas informaciones y conocimientos de determinadas materias que coartan la libertad de actuación de los gobernantes. Por ejemplo, el dinero. Si no hay dinero, no hay obras.

Es decir, que al acceder al gobierno, adquieres ciertas obligaciones. Incluso ciertas obligaciones morales.

Hay veces que no entendemos el comportamiento de los dirigentes políticos, y les criticamos. Pero cometemos un error (en la mayoría de los casdos, claro). Nos limitamos a construir una "sana" crítica personal, sin entrar en el estudio (ni siquiera observación) de las causas que justifican ese comportamiento. Lo cual, por simplista, nos impide entender lo que de verdad se está cociendo.

Todo esto lo digo por las críticas que el portvoz municipal del PSOE, Carlos Beltrán, está recibiendo a causa de su ofrecimiento de colaboración a la alcaldesa de Villena, Sra. Celia Lledó.

El Grupo de Gobierno (del PP) se haya inmerso en una guerra de guerrillas gracias a la división existente en el PP provincial (Camps Vs Ripoll) y esa división ha dejado como resultado que, de los doce concejales que obtuvo el PP en las elecciones, ocho están de lado de Camps y cuatro delado de Ripoll. El problema está en que la alcaldesa se encuentra en ese "G-4". Es decir, está en minoría.

En este punto entra el Sr. Beltrán, y ofrece la ayuda del grupo municipal socialista para sacar adelante aquellos proyectos más importantes para la ciudad y evitar el colapso total del Ayuntamiento y, por ende, el de la ciudad.

Este ofrecimeinto, desata críticas desde amplios sectores ¿Por qué? Porque, dicen, eso no es hacer oposición.

Aquí es donde yo me pregunto: ¿Qué debería hacer el portavoz socialista? ¿azuzar el fuego? es decir, no evitar que el Ayuntamiento quede completamente inoperativo, o por el contrario, ¿debería arrimar el hombro y hacer un esfuerzo político para evitar ese bloqueo y que la Ciudad de Villena, en época de crisis tenga un Ayuntamiento que siga trabajando?

El Presidente Zapatero pidió que no se votase contra ningún presupuesto en aquellos sitios donde el PSOE no gobierne para ayudar a la administración correspondiente a salir del bache económico que estamos viviendo.

¿No es eso lo que llamamos "Sentido de Estado"? Yo creo que sí. Es un ejercicio de responsabilidad dada la situación en la que estamos inmersos.

Analicemos bien todo el conjunto antes de lanzarnos a criticar, porque corremos el riesgo de que los árboles de la critica nos impidan ver el bosque de la realidad.