lunes, 21 de noviembre de 2011

Una reflexión a vuelapluma

Hemos perdido las elecciones. Si. Hemos perdió casi cinco millones de votos. Si. Pero no hemos perdido la ilusión. No hemos perdido la dignidad. No hemos perdido la coherencia. No hemos perdido la honestidad. No hemos perdido el orgullo de ser Socialistas. Me niego a renunciar a eso. Porque es lo que me mueve, lo que me motiva, lo que me hace levantarme cada día y seguir Peleando por aquello en lo que creo, y por lo que quiero.

Me niego a renunciar a mi pasado, al de mi partido, a nuestros logros. No olvido que este país es lo que es gracias a mi partido, gracias a los socialistas. Cada paso adelante, cada derecho conquistado, cada logro social consolidado, ha venido de una mano socialista. Reivindico ese currículo. Nuestras credenciales. La diferencia de gobernar los socialistas.

Tenemos que estar a la altura de las circunstancias. A la altura de nuestra responsabilidad. Perder casi cinco millones de votos debe ser un revulsivo. Un punto de inflexión que nos haga centrarnos en lo importante y abandonar lo accesorio. El PSOE no es solo un partido que gana o pierde elecciones, es un actor de primer nivel en el escenario político. Es uno de los protagonistas de la más magnífica obra que pueda representarse: España. Reivindico nuestra historia. Reclamo nuestras credenciales. Quiero que volvamos a ser los PROTAGONISTAS DEL CAMBIO.

Para eso tenemos que trabajar, como hemos hecho siempre. Esta vez desde la oposición. Con responsabilidad. Con ilusión. Con dignidad. Con coherencia. Con honestidad. Y con la pasión que los socialistas sabemos poner en la política. No tenemos que agachar la cabeza y llorar, sino ponernos a reconstruir la confianza que los españoles y españolas nos han retirado. Poco a poco. Volviendo a demostrar que no hemos mentido, que les hemos dicho la verdad y que hay una forma de gobernar que no implica desmantelar el Estado de Bienestar, sino ampliarlo y fortalecerlo. Esa es nuestra obligación, nuestra responsabilidad. Yo voy a hacerlo. Sin miedos. Con valentía. Con la seguridad que da la convicción en las ideas socialistas. Es lo que la gente espera de nosotros. Es lo que nosotros debemos exigirnos. Es lo que yo voy a hacer. Esta es mi apuesta. Este es mi camino.