No hay nada como enfrentarse a la que debe ser la última tanda de exámenes de mi vida universitaria para que se me vengan a la cabeza las mejores ideas y los proyectos más interesantes que han brotado en mi mente...
Tengo entre manos algo así como 300-350 folios que hablan de las administraciones públicas. Estructuras, funcionamiento, personal, funciones... Y habla también de las políticas públicas. Cómo nacen, crecen y se implantan. Y claro... yo voy y me acuerdo de Villena. De la problemática diaria y de cómo solucionarla. Pues ahí estoy yo. Pensando en el desarrollo urbano, en las grandes infraestructuras, nodos logísiticos... y de repente caigo en que es más sencillo ir de Villena a Madrid que de Alicante a Valencia.
He pasado muchos años recorriendo esas vías. Villena-Madrid. Madrid-Villena. Y vuelta a empezar. Llegué a trabar amistad con alguna de las asistentes de a bordo. Pero llegar de Villena a Elche, en tren, es una odisea.
Y de nuevo pienso en Madrid. En la maravillosa red de Cercanías de la que disfrutan los seis millones de habitantes de esa comunidad. Y me enfado, porque aquí, la red de cercanía une Alicante y Murcia. Y poco más. Tenemos la provincia muy desestructurada y mal comunicada.
Hace años que oigo hablar del plan de cercanías. Leo noticias en la prensa que informan de que ¡por fin! van a ejecutar el desdoblamiento de la vía férrea entre Villena y Alicante... Y nunca llega el momento. ¿Esque nadie se ha paradoa pensar los beneficios que reportaría a la provincia disponer de esa herramienta de movilización? Sería una herramienta dinamizadora del comercio, del conocimiento, del empleo, del ocio... Para "hacer provincia", vamos.
Los gobiernos del PP han puesto un empeño hercúleo en ejecutar obras faraónicas. ¡Incluso la ex-alcaldesa de Villena (que no entendió bien el concepto de "obra faraónica") quiso participar, y se hizo una pirámide de cristal!
Decía que el PP se empeña en grandes proyectos y grandes eventos, mientras lo más elemental permanece olvidado. Tenemos una provincia económicamente MUY potente y políticamente IRRELEVANTE. Creo que ha llegado el momento de plantarnos y decir claramente que ya está bien. Que Alicante quiere ocupar el lugar que se merece. El trabajo por delante es mucho, porque han sido muchos años de inmovilismo y apatía política. Nuestra responsabilidad es cambiarlo. Cambiarlo está en nuestra mano.
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