martes, 30 de diciembre de 2008

Legítima Defensa

Llevamos unos días viendo con el mismo estupor que impotencia y asombro las atrocidades que al Estado de Israel le ha venido en gana perpetrar contra el pueblo palestino. Anoche (29 de diciembre de 2008) se contabilizaban en torno a los 600 muertos y 4000 heridos (cifras conservadoras, apuntaban los periodistas)

No hay derecho!

Israel se escuda tras la figura de la legítima defensa. ¿Por qué ningún Estado le comenta a Israel, como quien no quiere la cosa, que la legitima defensa deb ser PROPORCIONAL? Los cohetuchos de Hamás han segado la vida de dos israelies. Los tanques y aviones de Israel ya superan los 600 muertos. Se me escapa la porporción.

No hay derecho!

Estoy enfadado, estoy avergonzado de los dirigentes que, a costa de vidas humanas, estan intentando obtener réditos electorales. (Sí, resulta que atacar Gaza y Cisjordania hace aumentar la intención de voto... y como en nada hay elecciones en Israel... sumen ustedes) Pero, sobre todo y ante todo, me siento impotente, humillado y descorazonado.

No hay derecho!

¿Cómo es posible que un pueblo como el judío, que ha pasado por todo lo que ha pasado, que conoce el sabor del genocidio, tiene la poca talla moral de hacer lo que está haciendo? ¿Me lo parece a mí, o existen paralelismos notables entre lo que se les hizo a los judios y lo que los judíos hacen ahora?

No hay derecho...

Deberíamos, los demás Estados, hacer presión de verdad sobre Israel para que cumpla. Hay diezmil acuerdos de Naciones Unidas sobre fronteras en esa zona. Israel no cumple. Israel no quiere atender a la legalidad internacional. Israel esta haciendo lo que le sale de los co...es.

No hay derecho!

Deberíamos llamar a consultas los Embajadores en Israel y negar las credenciales a los Embajadores del Estado de Israel. Cortar de raiz toda relacion diplomática o comercial con ese Estado hata tanto no cese en sus crimenes (porque no tiene otro nombre lo que esta haciendo) contra el Pueblo Palestino, reconozca sus fronteras y aprenda a convivir en paz con sus vecinos.

Que ya esta bien, hombre!

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